Un largo prontuario punible acumulaba Guillermo Venet Garbey, cuando el 28 de diciembre de 2013 se trasladaba desde Santiago de Cuba a Guantánamo, sin imaginar que ese día había emprendido un nuevo viaje hacia la Justicia.
Su sinopsis delictiva se abrió en 1985, cuando fue penalizado a pagar 200 cuotas de a peso por Tráfico ilegal de moneda; en 1988 recibía sanción de dos años de privación de libertad por Hurto y violación de domicilio; mientras en 1998 se “ganaba” otra multa de 200 pesos por el delito de Lesiones.
Caractericémoslo: 47 años de edad, natural de Santiago de Cuba, en cuya ciudad reside en la calle Santa Isabel No. 3558 entre San Félix y San Bartolomé, y donde exhibe mala conducta social y moral, de acuerdo con el expediente de la Causa 82 de 2014, que le siguió el Tribunal Provincial de Guantánamo por Tráfico de drogas.
Viajaba Guillermo Venet hacia la ciudad del Guaso, en la tarde del día de marras, cuando el jeep que abordó en Santiago de Cuba fue detenido en el Punto de Control de la Policía Nacional Revolucionaria, en Río Frío (autopista), para un chequeo de rutina.
Se revisaban las identificaciones (Carné de identidad) de los pasajeros, cuando las autoridades policiales notaron particular nerviosismo en Guillermo, quien fue conducido hasta la garita para un cacheo personal que posibilitó el hallazgo:
Ocultos bajo el calzoncillo, en un nylon que los protegía del sudor, había 33 envoltorios con picaduras de Cannabis sativa Lssp Indica, es decir, marihuana, con 10,35 gramos de peso neto. Análisis médicos posteriores (muestras de orina) comprobaron que el ciudadano, además de traficar, consumía la droga.
La marihuana es un arbusto cuyo consumo de sus alcaloides afecta el cerebro, la capacidad de memoria y daña los pulmones, al inhalar el humo que produce. Provoca enrojecimiento de los ojos, boca seca y limita el raciocinio.
El consumo de esta droga hace perder concentración y habilidades, induce paranoia y ataques de ansiedad intensificados; altera la percepción y la capacidad de aprendizaje, y crea problemas con el habla, la escucha y la facultad de pensar.
No es todo: aumenta peligrosamente el ritmo cardíaco, disminuye la capacidad sanguínea para transportar oxígeno a las células del cuerpo; irrita boca y garganta y produce tos fuerte, flemas, enfermedades agudas del pecho y alto riesgo de infecciones pulmonares y obstrucción de las vías respiratorias, sin descontar las posibilidades de desarrollar cáncer de pulmón, cabeza o cuello.
Las drogas, en sentido general, deterioran física, mental y moralmente a quienes las consumen, pueden llevar a la muerte… generan violencia, pésimos ejemplos, acciones delictivas; dañan a la familia y en especial a los hijos... el traficante-vendedor por egoísta afán de lucro, prostituye, corrompe... es letal para la sociedad. Desde esa perspectiva, el Tribunal miró a Guillermo Venet Garbey, a quien condenó a 7 Años de prisión, por el delito de Tráfico de drogas.








































